Durante una de mis visitas a Bélgica tuve la oportunidad de visitar el Atomium, uno de los monumentos emblemáticos de Bruselas.
Para los amantes de la historia como yo, este monumento superó mis pequeñas expectativas. Se construyo para la Exposición Universal de 1958 como símbolo de progreso y modernidad. Teniendo en cuenta que los años 50 fue una época marcada por el avance tecnológico, la carrera espacial y la popularización de las películas de aliens y aventuras espaciales, no es de extrañar que esta molécula de cristal de hierro gigante, parezca sacada de una película de ciencia ficción.
El Atomium está formado por 9 esferas y en ellas hay salas de exposiciones temporales y en su mayoría permanentes relacionadas con la exposición de 1958. En la esfera superior, ubicada a 102 metros de altura, podemos encontrar un restaurante y un mirador panorámico.
Las esferas se encuentran conectadas por tubos que en realidad son tramos de escaleras normales o mecánicas. Aunque el último tramo de escaleras mecánicas es un espectáculo de luces al mas puro estilo 2001: Odisea del espacio tras la aparición del monolito. Una experiencia psicodélica.
Me gustó tanto el tramo de escaleras normales que decidí que era un buen sitio para hacerme una foto. Me sentía como en una nave espacial de la guerra fría y en ese momento no había nadie, así que era protagonista en solitario. Pero claro, imagino que llamé la atención a través de las cámaras de video vigilancia ya que en lo alto de la escalera, apareció el rostro sorprendido de un guarda de seguridad para ver que hacía mi compañera tirada en el suelo. Desato pasiones a mi paso 😉
A tener en cuenta...
Square de l’Atomium, 1020 Bruselas
Metro
L6 Heysel
Entrada
12€
Todos los días
de 10 a 18h
